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Una esperanza

(Un Tal Duarte)

Amigos míos
enemigos míos:

este no es un poema  ( o quizás lo sea )
no es una declaración ( o quizás lo sea )

sólo digo que aparecí en el mundo
bajo un techo de fonolas
en una casa encorvada por la artritis del tiempo

en los muros de adobe
en el piso de tierra
dibujaban su camino las hormigas
y anidaban golondrinas en el entretecho

los atardeceres de mi pueblo
cubrían el cielo de gaviotas
las nubes nos regalaban
efímeras figuras para descifrar
 
también digo que nací en tiempos de pan escaso
tiempos de azúcar, de carne y leche escasos
 
se inclinaba la balanza con kilos de desilusión
medíase por metros la desesperanza
 
hasta que vinieron los allendistas
esa extraña mezcla de gente alegremente seria
con su carga de novedades y propósitos
a ofrecer una palabra de aliento
 
llegaron a enseñar y a proveer
enseñaron a cuidarnos de las pestes
de las moscas  la hepatitis
de los ratones la colitis
 
proveyeron por decir
             cuadernos nuevos
             libros y escuela para alimentar nuestras palabras
 
aparecieron con gasa para las heridas
y para el frío las frazadas
 
llegaron enseñando del esfuerzo
de la unión de nuestras manos
de que el futuro es nuestro y se construye
 
trajeron fresca y nueva  una esperanza

venía en trocitos para armar
 
venía en el litro de leche
en el tarro de Milo
            (que dejó de ser un simple comercial en las revistas)
en la camioneta que reparte la canasta
 
fue una esperanza alimentada por el tiempo lento
pero creció fortaleciéndose
ocupó un espacio
y empezó a valer
 
amigos míos
enemigos míos:
 
¿saben cuánto vale una esperanza?
 
una chiquita
para no más el día siguiente
para el pan del desayuno
 
¿saben cuánto vale una esperanza?

amigos míos
enemigos míos:
 
¿saben cómo duele si se rompe una esperanza?