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Economía (I)

(Un Tal Duarte)

Ser número.
Ser número
en el árbol empresarial de la codicia,
en sus raíces que,
como manos colosales,
aprisionan seres:
         esqueletos numerarios,
         cuerpos minerales,
         figuras de barro triste.

Ser hoja solamente,
nada en el desfile de las horas,
células de agobio
en la fotosíntesis de los mercados,
cadena alimentaria
de las máquinas,
estirpe condenada
en eternos ciclos laborales,
neurona moribunda
en la relación
de cálculos infinitesimales.

El árbol de la economía crece
sobre una multitud de espaldas
en el desnudo ocaso de la sangre
y se cubre
de flores gerenciales
         y frutos capitales.

Ser número
no mil ni un millón
sino el número infinito

         del olvido.

UNOS CANALLAS

(Un Tal Duarte)

Les debo contar:
Me asaltaron camino del trabajo.

Aparecieron de pronto, iban armados.

Milanés y Sabina,
¡esos canallas!

apuntándome desde el radioreceptor con
“La canción más hermosa del mundo”